miércoles, 18 de marzo de 2015

Recortando nuestras ganas de luchar



Hace ya varias semanas, operaron a mi padre de una afección, que venía padeciendo desde hace más de dos décadas. Hasta ese momento, una medicación tomada a diario, tenía controlado el problema, sin embargo, en su última revisión, el médico decidió que había llegado el momento de recurrir a la cirugía para intentar solucionar el problema para siempre.  Sin dar demasiados datos de la dolencia de mi progenitor, la intervención era poco más que rutinaria, aunque sin menospreciar los posibles problemas que puede acarrar una intervención con anestesia general,  y más, en una persona de avanzada edad, como es el caso de mi padre. La intervención se llevó a cabo en el centro Hospitalario Regional Universitario, vamos, al que todos conocemos como Hospital Civil.
Nuestro periplo hospitalario, comenzó a eso de las 8 de la mañana, en la puerta trasera del susodicho. Nosotros y otras…, esperad que piense, al menos habría en esa sala de espera, 40 personas entre familiares y enfermos. A mi padre lo llamaron de los últimos. Como si de una peregrinación se tratara, nos condujeron hasta la zona de cirugía ambulatoria. Leí el letrero varias veces.
¡Mamá pone cirugía ambulatoria! Pero si a papá lo tienen que dejar ingresado.
Después de minutos interminables, que parecieron horas, por megafonía llaman por fin a mi padre.
¡Juan Antonio Díaz, Juan Antonio Díaz, por favor pase por la puerta…!
-Venga rapidito, póngase la bata caballero. Señora recoja la ropa de su padre, y métalo en una bolsa que le doy la llave de una taquilla. ! Vamos Juan Antonio a quirófano!
-Un momento por favor que no he avisado a mi madre, que se ha quedado fuera. Perdone enfermera, ¿Cuál es la habitación de mi padre?
- Ahora mismo no hay habitaciones disponibles en todo el hospital. Esperen en la sala de espera del quirófano y cuando lo saquen de recuperación ya tendrá su habitación asignada.
 La operación no duró demasiado, el cirujano muy amablemente salió a informar a la familiar. Mamá y yo, descansamos por fin.
-Todo ha salida bien, ahora se tiene que quedar un buen rato en recuperación y después lo pasarán a su habitación.
Más de 5 horas después sacaron a mi padre de recuperación. El motivo, no había habitaciones disponibles, habían programado más operaciones  que habitaciones disponibles.
Complicada, muy complicada la situación de los médicos, enfermeras y demás personal de los centros hospitalarios de toda España, que tienen que lidiar con los temidos  recortes, con los que cada día se ponen en serio riesgo la vida de muchos pacientes.
Pero sigan ustedes mirando para otro lado, recortando en sanidad, ayudas, educación,  haciendo oídos sordos al dolor y a la desesperación de miles de familias, que luchan cada día por salir adelante.

Pero no se equivoquen, por muchas tarjetas opacas, cuentas en el extranjero, blanqueo de capitales, recortes y más recortes, no nos quitarán, las ganas de seguir luchando. 

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